
Uno procura en medio de la algarabía cotidiana, encontrar tiempos y espacios para pensar..., deporte no muy al uso. De entre esos instantes, algunos más prolongados, los suelo dedicar a la oración. En medio de ellos encuentro dos insuficiencias naturales, con no pequeño influjo en mi vida sobrenatural.
La primera insuficiencia es la gratitud. No agradezco suficientemente la cantidad y calidad de las personas que el Señor ha puesto en mi vida y que me han ayudado a ser mejor. ¿Dónde encuentro yo, a estas alturas de mis siete décadas, gratitud suficiente para compensar con elegancia lo que mis padres, mi hermana, mis amistades, mis maestros... han hecho por mí? Estoy severamente condenado eternamente a ser deudor de un impago completo y perfecto. Ya sé que las personas que Dios ha puesto en mi vida no son mis acreedores, pues se me han regalado gratis, pero ello no impide para que mi deuda de acción de gracias los tenga en cuenta... en cuenta de un "debe", sin "haber" suficiente.
La segunda insuficiencia es la humildad. Íntimamente ligada a la gratitud. La sencilla naturalidad se alza, en su compleja naturaleza, sobre el eje central de la dignidad humana. "La humildad es la verdad", según Santa Teresa, pero esa verdad concluye en una afirmación rotunda no fácil de encajar con el propio yo: no soy gran cosa.
En la medida en que crezca mi agradecimiento, acaso podrá incrementarse también mi humildad. No me voy a llevar de esta vida nada de lo que haya recibido sino, tan sólo, lo que haya regalado. Cuanto más regale humildemente, mejor agradeceré la cantidad y calidad de las personas que el Señor ha puesto en mi camino.
Te recomiendo con toda la limpieza de que soy capaz, reconocer este verano las insuficiencias de la vida y dedicar un poco de pensamiento y un mucho de oración a la calma suave y hermosa de incrementar la gratitud humilde, o, si se quiere, el agradecimiento sencillo. Seguramente, el alma te aparecerá distinta después del verano, en una suerte de bronceado espiritual al sol de Dios.
Manuel Amezcua Morillas